Conoce el legado histórico de este Pueblo Mágico, Jalpa de Cánovas, Guanajuato

Jalpa de Cánovas, un remanso de historia y tradición arraigado en las tierras de Guanajuato emerge con la fascinante historia de la Hacienda Ganadera de Don Manuel Cánovas, cuyo legado da nombre a este encantador pueblo.

 

En la actualidad, el casco de la hacienda ha sido preservado y transformado en el Museo de Luis Cabrera, quien desempeñó el rol de cronista y salvaguarda del patrimonio cultural local. Desde allí, se teje la trama de una narrativa fascinante, marcada por la herencia de Guadalupe Cánovas, custodia de los vastos terrenos de la hacienda, administrados junto a su esposo, Oscar Braniff. Este vasto dominio, caracterizado por su riqueza natural y un complejo sistema de irrigación, fue testigo del esplendor agrícola y ganadero de la región, hasta los tiempos turbulentos de la Revolución Mexicana, cuando la hacienda fue dividida y vendida.

Los productos cultivados en estas tierras, desde cereales hasta alfalfa y trébol, reflejaban la excelencia agrícola de la región. Además, las artesanías locales, con sus bordados a mano, cerámicas y otros productos, dan fe del talento y la creatividad de los habitantes de Jalpa de Cánovas.

 

En cuanto a la gastronomía, los sabores auténticos de Jalpa de Cánovas cautivan los sentidos con platillos como el Caldo de Zorra, las Enchiladas de Cecina y el exquisito Mole de Nuez con Arroz, acompañados de jaleas artesanales y dulces típicos que deleitan el paladar de los visitantes.

 

El corazón del pueblo late en su plaza principal, rodeada de edificios con una arquitectura que narra siglos de historia. La visita a lugares emblemáticos como el Templo del Señor de la Misericordia, con su imponente estructura neogótica, o el Templo de Nuestra Madre Santísima de la Luz, invita a sumergirse en la espiritualidad y la belleza arquitectónica del lugar.

No menos impresionantes son las bellezas naturales que rodean Jalpa de Cánovas, como la Cañada de Negros, el Área Natural Protegida conocida como Las Musas, el Jardín Francés y los manantiales de Los Tanques, que ofrecen un remanso de paz y serenidad en medio de la naturaleza.

Finalmente, las presas de Santa Efigenia y Santa Eduviges, además de su función hidráulica vital, ofrecen oportunidades para actividades recreativas como el kayak y la pesca deportiva, completando así la experiencia única que ofrece este pueblo mágico de Guanajuato.

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