¡Adiós manchas, hola paredes relucientes!

Mantener las paredes de colores blancas impecables puede ser un verdadero desafío, especialmente cuando hay mascotas traviesas en casa. Pero no te preocupes, con este truco casero, podrás despedirte de esas manchas rebeldes y dejar las paredes como nuevas.

 

¿Qué necesitas?

  • Agua hirviendo
  • Jabón para trastes
  • Vinagre blanco
  • Estropajo nuevo de doble cara
  • Bicarbonato de sodio

 

¡Manos a la obra!

  1. Comienza pasando un trapito húmedo para quitar el polvo y cualquier resto de pegamento que pueda haber en la pared.
  2. En un recipiente, mezcla agua caliente, jabón para trastes, vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Humedece el estropajo en esta mezcla.
  3. Con la cara más áspera del estropajo, frota las manchas con movimientos circulares.
  4. Utiliza la otra cara del estropajo para eliminar la suciedad restante, trabajando de arriba hacia abajo.
  5. Humedece un trapo limpio en agua fresca y pásalo por la pared para darle un último toque de limpieza.
  6. Puedes secar la pared con otro trapo, pero lo mejor es dejar que se seque al aire.
  7. Repite el proceso en todas las paredes sucias y asegúrate de abrir las ventanas para que se ventile bien tu hogar.

 

Consejo extra: Si necesitas blanquear la pared de la cocina, que suele tener pintura a base de aceite, usa un desengrasante en lugar de jabón para trastes. Déjalo actuar unos minutos antes de frotar con la esponja.

 

Repite este proceso al menos una vez al año, ¡o según las necesidades de tu casa! ¡Verás cómo tus paredes blancas vuelven a brillar como nuevas!

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