Los cristales añaden luminosidad y amplitud a nuestros hogares, pero limpiarlos puede ser una tarea tediosa. Cualquier mancha se nota fácilmente en el cristal, por lo que mantenerlos relucientes puede parecer un desafío. Con los tips adecuados, esta labor puede resultar mucho más fácil.
Lo primero que hay que tener en cuenta es elegir el momento adecuado para limpiar los cristales. Se recomienda hacerlo en días nublados, cuando el cielo no esté amenazando con lluvia, pero tampoco haya sol ni viento, ya que esto dificultaría la visión de posibles manchas. Ahora, ¡vamos a trabajar!
Mezcla tus productos para obtener mejores resultados
Aunque en el mercado existen numerosos productos limpiacristales, también puedes optar por soluciones caseras igualmente efectivas, como el vinagre, el amoníaco y el limón.
Una mezcla popular y eficaz consiste en agua tibia con vinagre de limpieza y un poco de jabón neutro. También puedes probar con otras combinaciones, como amoníaco y agua en partes iguales, agua con un poco de jabón lavavajillas y amoníaco, una parte de vinagre blanco por cuatro partes de agua con bicarbonato, o simplemente agua y alcohol.
Material y técnica
Una vez que tengas los productos de limpieza preparados, protege el suelo con una toalla o una sábana vieja para evitar manchas. Comienza limpiando los marcos de las ventanas para evitar ensuciar el cristal con el polvo acumulado en ellos.
Para limpiar los cristales, necesitarás un estropajo suave y dos bayetas, una para quitar el exceso de agua y otra para secarlos. Asegúrate de elegir materiales que no dejen pelusas. La técnica más efectiva es limpiar de arriba hacia abajo para evitar que el agua gotee sobre las áreas ya limpiadas.
Mantén la limpieza
Después de una limpieza a fondo, es importante mantener la limpieza regularmente para evitar la acumulación de suciedad.
Limpieza especial para cocina y baño
Los cristales de la cocina suelen acumular más grasa y suciedad. Para limpiarlos, utiliza agua caliente con un poco de amoníaco y un paño bien escurrido. Aclara con agua caliente y, finalmente, utiliza un limpiacristales para un brillo perfecto.
En cuanto a las puertas corredizas del baño, combina limón y vinagre de limpieza para desincrustar la cal y desinfectar en profundidad. Esta mezcla es especialmente efectiva para eliminar residuos de jabón y salpicaduras.
Con estos trucos simples y efectivos, tus cristales estarán siempre relucientes y libres de huellas. ¡Ponlos en práctica y disfruta de la claridad y luminosidad en tu hogar!