En el diseño y planificación de viviendas, la inclusión de un cuarto de servicio va más allá de ser un simple espacio para lavar la ropa. Esta área multifuncional está diseñada para almacenar y organizar artículos de limpieza, planchar, coser y, en ocasiones, realizar tareas de mantenimiento. Además, el cuarto de servicio funciona como un trastero eficiente para guardar electrodomésticos pequeños, cubos de fregar, aspiradoras, herramientas y escaleras de mano.

A pesar de ocupar un espacio adicional, un cuarto de servicio es especialmente recomendable tanto en viviendas multifamiliares como en viviendas unifamiliares. En las viviendas multifamiliares, se sugiere que estos cuartos se ubiquen junto a la cocina con acceso directo desde ella, facilitando la combinación de tareas domésticas y permitiendo que una sola persona pueda gestionarlas de manera eficiente.

En las viviendas unifamiliares, el acceso al cuarto de servicio puede ser también desde la cocina o a través de un pasillo, siempre procurando que haya una salida directa al jardín para mayor funcionalidad. La disposición de los aparatos y utensilios domésticos debe ser cómoda y cumplir con las medidas mínimas permitidas por los estándares de la arquitectura moderna, asegurando así un uso práctico y eficiente del espacio.

Además, es crucial que el cuarto de servicio cuente con una iluminación adecuada. La media recomendada es de 350 lux, unidad de medida del lumen por metro cuadrado, para garantizar que todas las tareas se realicen con la mejor visibilidad posible.

Contar con un cuarto de servicio independiente puede ser muy beneficioso. Este espacio reduce el desorden en otras áreas de la casa, minimiza el ruido y permite una mejor organización de las diversas tareas del hogar, contribuyendo así a un ambiente doméstico más ordenado y funcional.