Las ranuras y canalizaciones son imprescindibles en la ejecución de instalaciones en obra, abarcando no solo las eléctricas, sino también las de voz y datos, circuito cerrado, sistemas hidráulicos, entre otras. Por esta razón, es vital realizarlas correctamente para evitar dañar la estructura o el aspecto estético de los elementos constructivos, como muros de carga o divisores. Aunque a primera vista el impacto de estas ranuras pueda parecer mínimo, cuando se combinan con otras situaciones en la construcción, pueden ocasionar daños moderados o incluso graves.
Puntos Clave
Las ranuras horizontales, en particular, afectan de manera significativa la estructura de los muros de carga al reducir su área efectiva, lo que los convierte en zonas más vulnerables en caso de sismos. Por esta razón, es fundamental limitar la longitud de estas ranuras para minimizar su impacto.
Las ranuras verticales minimizan la intervención en los muros, lo que se recomienda es que no superen la mitad de la altura total del muro, tanto en muros de carga como en muros divisores, para asegurar la estabilidad estructural.
Cuando se realizan ranuras o perforaciones en muros de mampostería para instalar ductos o cajas eléctricas, existe el riesgo de debilitar el muro al reducir su resistencia y rigidez. Esto puede provocar problemas como torsión, grietas y daños en los elementos estructurales adyacentes. Por ello, es esencial seguir las normativas establecidas para este tipo de intervenciones.
Normativas Básicas
- Profundidad de la Ranura: No debe superar la cuarta parte del espesor del muro.
- Recorrido de la Ranura: Debe ser siempre vertical.
- Altura del Recorrido: No debe sobrepasar la mitad de la altura libre del muro.
- Distancia al Castillo: La ranura debe estar a una distancia mínima de 500 mm del castillo.
Seguir estas pautas es crucial para mantener la integridad estructural del edificio y evitar problemas futuros.
En la autoconstrucción, es común ver cortes y ranuras realizadas de forma diagonal, de arriba abajo, en sentido horizontal, prácticas que pueden comprometer la estabilidad de los muros. Es fundamental que, tanto en proyectos de construcción profesional como en autoconstrucción, se respeten las normativas y se sigan las mejores prácticas para que las ranuras y canalizaciones no pongan en riesgo la seguridad y durabilidad de la edificación.