Si estás pensando en invertir en propiedades o ya posees una segunda propiedad que aún está hipotecada y sin habitar, es crucial considerar los posibles costos asociados con mantenerla desocupada. Es comprensible que puedas sentir cierto apego hacia tu propiedad y temor a los daños que pueda sufrir si la pones en arrendamiento, pero es importante evaluar todas las opciones.
Los gastos involucrados en mantener una propiedad deshabitada pueden generar fugas significativas de capital, entre ellos:
- Pagos mínimos de servicios como agua y luz.
- Mantenimiento regular, que incluye limpieza mensual, reparación de tuberías, goteras, humedad, pintura e impermeabilización.
- Pago del impuesto predial Urbano anual.
- Costos de mantenimiento en caso de pertenecer a un régimen de propiedad condominal, como vigilancia, recolección de basura, agua y electricidad.
- Pago de la hipoteca.
- Riesgo de vandalismo y robo.
En resumen, tener una casa deshabitada puede resultar en una serie de gastos imprevistos que deben ser considerados cuidadosamente. Los propietarios deben estar conscientes de estos costos para tomar decisiones informadas sobre el manejo de sus propiedades vacías.
Por tanto, si estás contemplando comprar una propiedad para venderla o alquilarla en el futuro, es importante tener en cuenta estos gastos mientras esperas el momento adecuado para hacerlo.