En México, el fraude inmobiliario es una amenaza real y constante que afecta a muchos compradores cada año. Existen diversas modalidades de fraude, y es crucial que los compradores estén bien informados para evitar ser víctimas. A continuación, se detallan algunas de las formas más comunes de fraude inmobiliario en el país:

Suplantación de identidad

Una de las modalidades más frecuentes es la suplantación de identidad. Los estafadores se hacen pasar por propietarios legítimos o inmobiliarias autorizadas para la venta de un inmueble. Este tipo de fraude puede ser difícil de detectar, especialmente si los estafadores han elaborado documentación falsificada que parece auténtica.

Solicitud de pagos anticipados

Otra táctica común es la solicitud de pagos anticipados. Los vendedores fraudulentos piden una suma de dinero por adelantado sin proporcionar ningún documento que respalde la transacción o sin ofrecer garantías. Esto pone en riesgo el dinero del comprador, ya que no hay seguridad de que la propiedad será entregada.

Venta de propiedades inexistentes

Conocido coloquialmente como “vender humo,” este tipo de fraude implica la venta de un inmueble que no existe. Es una estrategia especialmente dirigida a compradores extranjeros, quienes pueden tener dificultades para verificar la existencia de la propiedad debido a la distancia.

Falta de contrato de compraventa

En algunos casos, el vendedor fraudulento se niega a elaborar y firmar un contrato de compraventa, que es el documento legal que respalda la transacción de compraventa de un inmueble. Sin este contrato, el comprador no tiene ninguna protección legal en caso de problemas futuros.

Documentos falsos

Los estafadores también utilizan documentos falsos para intentar legitimar la venta de una propiedad. Estos documentos pueden incluir escrituras, títulos de propiedad y otros documentos legales que son fabricados o alterados para engañar al comprador.

Vicios ocultos

Los vicios ocultos se refieren a imperfecciones o daños en la propiedad que no son evidentes a simple vista y que el vendedor oculta deliberadamente. Estos problemas pueden ser estructurales, eléctricos o de otro tipo, y pueden representar costos significativos para el comprador después de la adquisición.

La mayoría de los fraudes inmobiliarios tienen éxito debido al exceso de confianza de los consumidores y la omisión de procedimientos legales adecuados durante la compra de una propiedad. Es fundamental que los compradores realicen una investigación exhaustiva, verifiquen la autenticidad de la documentación y se asesoren con profesionales del sector inmobiliario. Al estar bien informados y cautelosos, los compradores pueden protegerse contra las diversas modalidades de fraude y asegurar una transacción segura y legítima.